Los moriscos piden al Gobierno el mismo reconocimiento jurídico que a los sefardíes | Público
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« Là où il y a les mêmes raisons, il devrait y avoir les mêmes droits. »
Les descendants des 300 000 morisques (musulmans « convertis ») expulsés d’Espagne au début du XVIIe siècle réclament le même traitement juridique que celui accordé (relativement récemment) aux sépharades. En tant que « communauté historique » liée à l’Espagne, ces juifs d’origine espagnole ont en effet le droit (ainsi que d’autres « communautés » mais pas les morisques), selon l’article 22 du Code civil, a obtenir la nationalité espagnole au terme de 2 années de résidence, au lieu de 10.
El historiador Enrique Soria es uno de los mayores expertos sobre conversos en España. Tras años de investigación, ha demostrado que muchos moriscos se quedaron en la península tras el decreto de expulsión camuflando sus apellidos y adoptando nombres castellanos para evitar la acción implacable de la Inquisición. «Yo he estudiado a muchos que mantuvieron su identidad cultural incluso hasta el siglo XIX. Y he investigado a un grupo de unos 300 que cayeron en manos de la Inquisición en Granada en 1727. Muchos eran gente de la nobleza». Cuando abandonaron la cárcel huyeron a países de mayoría musulmana y acabaron recuperando su identidad originaria.
Soria cree que el proceso de acreditación de las familias moriscas va a chocar con la precariedad de pruebas materiales. El historiador estima casi «imposible» que puedan justificar «documentalmente su ascendencia». En su opinión y, a diferencia de los sefardíes, la mayor parte de las comunidades moriscas y andalusíes no disponen de fuentes escritas fiables. Lo que sí corrobora el profesor Enrique Soria es que la mayoría de los moriscos expulsados de España recalaron en Marruecos, Argelia y Túnez, y que en la ciudad de Salé, junto a Rabat, llegaron a fundar una república con identidad propia.
En su carta al presidente del Gobierno español, fechada el 10 de octubre pasado, la Fundación Memoria de los Andalusíes recuerda que sus «antepasados dieron tanto a España y su legado sigue ahí claramente presente». «La democracia no puede pasar por alto, indefinidamente, su cita con la historia», subraya Loubaris, quien le pide a Pedro Sánchez un «sencillo gesto» de reconocimiento jurídico y simbólico de inclusión en el artículo 22 del Código Civil de los descendientes de moriscos y andalusíes. «Estamos seguros», concluye la misiva, «de que la llama de la memoria morisco-andaluza (...) no dejará de iluminar la conciencia colectiva en un país que también fue el de nuestros antepasados».