El cinismo de un zar tropical

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  • #Venezuela : le cynisme d’un tsar tropical
    L’éditorial d’El Nacional d’hier (opposition) se gausse du président Nicolás Maduro qui a exprimé sa préoccupation à Emmanuel Macron provoquée par la violente répression des manifestations des #gilets_jaunes dans tout le pays et l’a appelé à un large dialogue avec tous les secteurs du pays…
    (un peu de vocabulaire sur le thème #la_paille_et_la_poutre : la rue est éclairée et la maison est dans l’obscurité ;-)

    El cinismo de un zar tropical
    http://www.el-nacional.com/noticias/editorial/cinismo-zar-tropical_261207

    A la hora de hacer el ridículo internacional muy pocos mandatarios del mundo le pueden robar el primer lugar al señor Maduro. Lo decimos no porque le tengamos animadversión al gran timonel del socialismo en este desdichado país sino por su constante afición a meter la pata donde no lo han llamado, con la mala fortuna de que la mete hasta el fondo.

    No sabemos si es él “personalmente en persona”, o sus colaboradores cercanos, entre quienes se cuenta una señora que dice haberse graduado en la prestigiosa universidad de La Sorbona en París, sin que en los registros aparezca prueba alguna de ello.

    Lo cierto es que a raíz de unos disturbios callejeros sucedidos el fin de semana en la capital parisina, el canciller de Venezuela –de cuyo nombre no merece el esfuerzo de acordarse– consideró apropiado sugerirle al señor Maduro que expresara su “preocupación” ante el gobierno de Emmanuel Macron y, lanza en ristre, el gobierno bolivariano manifestó su “preocupación” por los “recientes acontecimientos ocurridos en varias ciudades de la república francesa, donde miles de manifestantes protestando por la ejecución de medidas económicas impopulares han sido fuertemente reprimidos por los cuerpos de seguridad”.

    Vaya, vaya… ¿Maduro defensor de los manifestantes? ¿De los derechos constitucionales de los franceses de salir a la calle a protestar? Válgame Dios, luz en la calle y oscuridad en la casa, lástima que en Francia y en el resto de la comunidad europea no olvidan la manera exquisitamente pacífica mediante la cual el señor Maduro envió al otro mundo a cerca de 300 ciudadanos, en su mayoría jóvenes, sin que a esta fecha los militares y policías que cometieron tales crímenes hayan sido juzgados y castigados con penas de prisión.

    Pero no solo eso es lo condenable sino que pretendan ahora actuar cínicamente como inocentes pajarillos, como guardianes de la vida de los manifestantes franceses y de sus derechos a protestar en las calles. La Cancillería madurista, además, “pidió a las autoridades francesas dialogar con todos los sectores de su país para prevenir el aumento de las tensiones”.

    Si el señor Maduro y sus colaboradores destinaran al menos unos pocos minutos a ver los telediarios franceses y europeos en general, quizás hubieran descubierto que ninguno de los cuerpos policiales que actuaron en París frente a los manifestantes portaban armas de fuego y mucho menos hicieron uso de ellas, a pesar de que los acontecimientos se tornaron muy tensos y peligrosos porque quienes protestaban no respetaron la ruta convenida y permitida por las autoridades.

    Valga explicar, sin apoyar ni aceptar el comportamiento violento de algunos en los dos bandos, que las manifestaciones se han producido durante varias semanas en toda Francia sin que se haya producido la pérdida de una vida humana.

    Para mayor humillación del señor Maduro y su entorno, el sindicato de los trabajadores de la Cancillería hizo llegar ayer a Miraflores un escrito en el cual recuerda la manera irascible y violenta como fueron tratados cuando salieron a la calle a exigir que se respetaran las cláusulas de sus contratos colectivos invalidados por orden del señor Nicolás Maduro. ¡Qué torta tan francesa!