Por todo lo anteriormente expuesto y en el marco de los derechos de los Pueblos Indígenas de la Muskitia hondureña, nosotros los hijos de Tunkur, Truksulu, Waylang y Miskut, en el pleno goce de nuestros derechos, comunicamos ante la comunidad nacional e internacional, lo siguiente:
1. Exigimos la aplicación del artículo III del Tratado Cruz – Wyke, el cual establece que “el Gobierno de Honduras respetará la posesión de cualesquiera tierra que tengan los Indios Moscos en el territorio denominado Costa de Mosquito”.(Ver anexo: Tratado Cruz-Wyke)
2. Declaramos que la ubicación de los lugares sagrados de la Muskitia, como ser La Ciudad Blanca, Apalka, Raiti, entre otros que aún no han sido “descubiertos oficialmente”, nunca han sido desconocidos para los hijos de la Muskitia, quienes hemos recibido dichos conocimientos de manera ancestral por nuestros abuelos y así asegurar la inviolabilidad de los mismos por los saqueadores de oficio.
3. Exigimos la aplicación de los instrumentos internacionales relacionado con el proceso de consulta previa, libre e informada en la Muskitia, a fin de formalizar el modelo de protección y conservación propuesto por el Pueblo Indigena. No queremos queen los diferentes sitios sagrados de la Muskitia,suceda lo que ha ocurrido en las Ruinas de Copan.
4. Demandamos la creación de museos Indígenas en la Muskitia, en sitios debida y convenientemente identificados por el Pueblo Miskitu, en donde se guarden y se promuevan las piezas arqueológicas que son parte de nuestro patrimonio sociocultural histórico y actual.
5. Exigimos al Gobierno de Honduras, que la National Geographicy/o cualquier instituto o universidad, respete los derechos ancestrales del Pueblo Miskitu, desautorizando cualquier publicación en cualquier medio, relativa al patrimonio sociocultural sin el debido consentimiento del Pueblo Indígena Miskitu a través de su organización representativa.
6. Demandamos del Gobierno de Honduras, el desarrollo de capacidades locales comunitarias en la línea de antropología e Historia para el manejo de la riqueza y patrimonio sociocultural Miskitu.
7. Aclaramos al Gobierno de Honduras, que la Muskitia tiene una Historia milenaria relacionada con la cultura, valores, tradiciones y riquezas naturales propias; mismas que forman parte del patrimonio y se le debe dar protección, conservación y uso tradicional para su continuidad(para la coexistencia natural y espiritual).
8. Demandamos al Gobierno de Honduras, la creación de instancias desde la propia cosmovisión del pueblo miskitu y en cumplimiento del Decreto N° 262-2013en el marco del Plan de Nación, una mesa de trabajo sobre asuntos de antropología, derechos de autoría, prácticas tradicionales e innovaciones, con la participación plena y efectiva del pueblo Miskitu.
9. Todas las decisiones administrativas o legislativas sobre el desarrollo de cualquier acción en el territorio de la Muskitia,deben estar en plena aplicación de los compromisos adquiridos ante la comunidad internacional como ser: La Declaración de las Naciones Unidad sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT para Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, la Convención de la Diversidad Biológica, el Protocolo de Nagoya, la Directriz Akwe – Kon, Directriz de las Naciones Unidas sobre el consentimiento libre, previo e informado, las Recomendaciones de la UNESCO sobre la conservación de la Reserva del Hombre y la Biosfera Rio Plátano, entre otros.
En conclusión y en consecuencia de lo anteriormente descrito:
Nosotros los hijos del Pueblo Indígena Miskitu, nos declaramos totalmente en desacuerdo con la decisión arbitraria y unilateral del Gobierno de la República, sobre la exploración, extracción y traslado ilegal de las piezas arqueológicas de la ciudad blanca; así que, exigimos el retorno inmediato de las piezas arqueológicas saqueadas de nuestro sitio sagrado denominado “Ciudad Blanca”. Asimismo exigimos el respeto a los nombres que nuestros ancestros le dieron a este sitio sagrado para nuestro pueblo, y rechazamos enérgicamente el término ciudad del “rey mono”, que ha resultado de las investigaciones recientes, nombre que vemos como una acción denigrante, discriminatoria y racista en detrimento de nuestro pueblo miskitu.