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  • Solidaridad con las protestas sociales en Francia: ¡Resistencia al capitalismo, explotación y al Estado!

    La AIT desea mostrar su solidaridad con las protestas sociales que se producen en Francia, que son otro ejemplo más de resistencia a la explotación dominante que enfrentan los trabajadores de todo el mundo.

    A continuación, nos gustaría publicar partes de un texto enviado por la CNT-AIT y un llamado a la solidaridad.

    Llamado a la solidaridad con el movimiento popular en Francia de los «Chalecos Amarillos».

    Durante más de 2 meses, un movimiento social de un nuevo tipo ha sacudido a Francia.

    Cientos de miles de personas, en su mayoría de la clase trabajadora (trabajadores pobres o de clase media, desempleados, trabajadores temporales, jubilados, ...), se han reunido para ocupar espacios públicos de manera espontánea (y especialmente los «rotondas» que se encuentran en la entrada de cualquier ciudad o pueblo en Francia), para expresar su enojo y buscar cómo superar el sistema político actual. Estas miles de personas utilizan los método sde lucha familiares para los anarcosindicalistas: toman decisiones en asambleas, rechazan los líderes o representantes, prefieren acción directa (es decir, acción tomada directamente por la gente en lucha y, por lo tanto, sin partidos políticos, sin sindicatos u otras organizaciones fuera de la asamblea que serían intermedias entre la asamblea y el Poder / Estado / Gobierno / Jefe). Un movimiento autónomo con diversidad de tácticas y movilidad. Para identificarse, las personas en lucha han adoptado el «chaleco amarillo», un modelo universal. Símbolo que hace que todos sean iguales, y da visibilidad a aquellos a quienes los que están en el Poder no quieren ver: los pobres, aquellos excluidos del sistema económico por el capitalismo y la globalización. Los jefes y los capitalistas están preocupados por el impacto de este movimiento en la economía. El costo para la economía francesa ya se estima en miles de millones de euros. En los 2 meses de esta agitación autónoma, el movimiento «chaleco amarillo» ya ha logrado más progreso social que todos los representantes sindicales y las elecciones políticas en los últimos 20 años.

    Es probable que haya visto las películas y las imágenes de los enfrentamientos entre los chalecos amarillos y la policía antidisturbios todos los fines de semana desde noviembre. Estas imágenes son ciertamente espectaculares; incluso podemos hablar de insurrección en París el 1 de diciembre o en la ciudad de Toulouse (donde se encuentra nuestro grupo principal en Francia) cada fin de semana. Sin embargo, hay que mirar más lejos y evitar la hipnosis de las imágenes. Desde nuestro punto de vista, lo que es realmente importante en este movimiento no es tanto las imágenes de batallas que se están reproduciendo en Internet o en los televisores, sino el hecho de que miles de personas se han acostumbrado a reunirse regularmente en asambleas para decidir por sí mismos, sin partido político ni organización externa, desarrollando sus propias políticas y criticando al capitalismo y al Estado.

    El Poder (Capitalismo, Clase y Estado) teme aún más a este impulso de concienciación masiva de la capacidad de los trabajadores para la acción autónoma, que a la violencia espectacular. A medida que pasan las semanas, la revuelta, que inicialmente se centró únicamente en un tema del impuesto sobre el combustible, se ha extendido y podría llevar a un desafío completo del sistema. Para romper este movimiento, el Poder prueba todas las armas a su disposición: primero trató de decir que era un movimiento de la extrema derecha. En este ridículo intento de calumniarlo, el Estado ha recibido ayuda de la mayoría de las organizaciones libertarias o izquierdistas que están tan aisladas de la clase trabajadora que son incapaces de reconocer la naturaleza de clase de este movimiento. Es cierto que, en algunas ciudades, los racistas intentaron manipular el movimiento al principio, pero por el momento han sido puestos en minoría e incluso a veces violentamente expulsados ​​de las manifestaciones. Luego, el gobierno intentó calmar a los espíritus al anunciar algunos subsidios para aquellos con los salarios más bajos. Pero esta medida estaba tan desfasada con la realidad social que se sentía más como una humillación. Así que el Estado y los capitalistas tuvieron que quitarse las máscaras y mostrar su verdadero rostro: el de la violencia. Nos recuerdan que «el Estado tiene el monopolio legítimo de la violencia» y que el capitalismo opera en un sistema de dominación de los más fuertes sobre los más débiles. Así, desde el inicio del movimiento, varios miles de rebeldes han sido arrestadxs y varios cientos han sido condenadxs a penas de prisión muy severas, a menudo por el único delito de haber estado presente en la calle para protestar. Cientos de personas han resultado heridas, a algunas les han arrancado las manos o los pies con granadas explosivas, a otras les han perforado los ojos o las mejillas con balas de goma.

    Lxs activistas de la CNT-AIT son involucradxs en el movimiento de chalecos amarillos desde el principio. Inicialmente vinimos a ver y entender lo que estaba pasando. Rápidamente se hizo evidente que estábamos juntos con personas que compartían nuestra práctica organizativa de Asambleas, sin representantes, rechazando partidos políticos y elecciones, pidiendo más justicia social. Por lo tanto, nos pareció natural participar plenamente, pero siempre respetando nuestros principios anarcosindicalistas. Nuestra intervención también apunta a expulsar a los fascistas y otros parásitos políticos dañinos que buscan usar este movimiento.

    Ya muchas personas fueron arrestadas y condenadas a prisión. Son en su mayoría trabajadores, con o sin trabajo, y la mayoría de las veces sin dinero y aisladas. El deber de los anarcosindicalistas es expresar solidaridad con estos prisioneros de la lucha social, exigir su liberación. Por eso hoy lanzamos un llamamiento a la solidaridad. Cualquier acción solidaria, incluso simbólica, es bienvenida.

    El 5 de febrero, un llamamiento a la huelga fue lanzado por los chalecos amarillos. La CNT-AIT llama a unirse a la huelga general.
    La violencia es el estado y el capitalismo!
    ¡Libertad para los presos de revuelta social!
    CNT AIT Francia

    https://iwa-ait.org/es/content/solidaridad-con-las-protestas-sociales-en-francia-resistencia-al-capitalism

  • LOGRONO - #ANARCHOSYNDICALISME ! n°127
    http://www.cntaittoulouse.lautre.net/spip.php?article483

    Le 2 novembre trois jeunes membres de la CNT-AIT de Logrono (Espagne) ont été arrêtés lors d’un contrôle systématique à Nice avant la manifestation qui devait avoir lieu en protestation contre le G20. Il a été trouvé dans leur véhicule du matériel d’escalade (piolet…) tout simplement parce que l’un d’entre eux est un alpiniste et qu’ils pensaient prolonger leur séjour en faisant un peu d’escalade dans les Alpes. Cela a suffi à les envoyer directement en prison puisqu’ils ont été condamnés en comparution immédiate à 4 mois de prison dont 1 ferme. Ils ont bien sûr fait appel de cette décision inique. L’appel viendra courant janvier. Cette arrestation a déclenché une vague de protestation de la part de la CNT-AIT française  : courriers aux prisonniers, courriers au tribunal de Nice, courriers à l’ambassade d’Espagne, rassemblement devant le Consulat d’Espagne à Toulouse (notre photo), qui avait, on ne sait pourquoi, enlevé le matin même le drapeau espagnol et le drapeau européen et était protégé par un cordon de CRS équipés de pied en cap, manifestation également devant le Consulat d’Espagne à Perpignan malgré une pluie battante avec répercutions dans la presse locale...

  • Texte de l’intervention de deux compagnons de la CNT-AIT de Toulouse à un meeting transnational en Tunisie ce week-end :

    Bonjour à tous,

    Nous sommes membres de la CNT-AIT de Toulouse, une organisation anarchosyndicaliste qui fonctionne en réseau fédéral.

    L’anarchosyndicalisme s’est concrétisé, voici plus de cent ans, avec la création de l’AIT, Association internationale des travailleurs.

    C’est la première internationale ouvrière.

    Son objectif est l’émancipation de toute l’humanité, c’est-à-dire l’abolition des classes sociales et par conséquent l’abolition de toutes les formes d’exploitations et d’oppression.

    L’anarchosyndicalisme s’inscrit ainsi dans la lutte que des hommes et des femmes conscients de leur rôle historique ont mené en divers lieu et divers temps contre l’oppression.

    L’anarchosyndicalisme est une pratique de lutte populaire.

    Pour nous, c’est dans les assemblées regroupant toutes les personnes concernées, qu’après avoir pris le temps nécessaire aux discussions et aux débats, se prennent les décisions nécessaires, des décisions qui doivent être mises en œuvre sans intervention de médiateurs ou d’intermédiaires quels qu’ils soient.

    C’est en mettant en œuvre la solidarité active, en se regroupant sur tous les lieux où ils peuvent s’exprimer, en élaborant des perspectives pour tous et toutes que les populations écriront l’histoire.

    C’est pourquoi, dans l’immédiat, et s’agissant de notre action en France, nous nous sommes fortement impliqués dans les mouvements d’assemblée populaire depuis leur apparition.

    Nous soulignons que ces assemblées populaires représentent un renouveau des luttes sociales en France. Ces assemblées populaires bousculent toutes les structures politiques et syndicales, totalement sclérosées et compromises avec le patronat et le pouvoir. Nous, anarchosyndicalistes nous nous reconnaissons dans cette forme d’auto-organisation qui aspire à un fonctionnement horizontal.

    Dans les quartiers, dans les usines, dans ces assemblées populaires, les corporatismes, les traditions et les frontières qui nous divisent s’effacent naturellement. A l’inverse, il émerge de la dynamique assembléiste une volonté de s’autoorganiser pour construire un autre futur, un futur meilleur pour toutes et tous.

    Nous ne sommes pas naïfs cependant.

    Face à ces aspirations naturelles de femmes et d’hommes qui affirment leur liberté et leur solidarité, les partis politiques, les syndicats, les églises tentent d’infiltrer ces assemblées pour y jouer leur éternelle partition, une partition qui veut maintenir à flot les structures hiérarchiques de l’Etat, satisfaire des ambitions personnelles, conserver le pouvoir ; une partition qui brandit, tous les égoïsmes, toutes les peurs, toutes les superstitions, pour nous diviser.

    C’est pourquoi la dynamique assembléiste est encore fragile. Pour nous anarchosyndicalistes, il s’agit de la défendre, de la renforcer, de la développer. C’est ce que nous avons essayé de faire pour notre part ces dernières années, par exemple, en suscitant des assemblées populaires lors de la lutte contre la réforme des retraites, et plus récemment encore en nous impliquant fortement dans celles du mouvement dit des indignés du 15 mai.

    Nous avons répondu avec enthousiasme à votre appel à la réunion de ce jour, car pour nous, le 14 janvier 2011, la population tunisienne est rentrée avec force et panache dans le grand livre de l’Histoire qui s’écrit aujourd’hui et qui est notre présent. Pour notre part, nous ne nous sommes pas trompés sur l’importance des événements survenus.

    Il se trouve qu’au même moment, nous étions réunis en congrès national. Les délégués, séance tenante, sans hésitation et unanimement ont adopté la motion de solidarité dont je vais vous lire l’essentiel :

    « L’action de la population tunisienne est un signal fort dans la lutte mondiale contre le capitalisme et l’Etat ; elle nous montre que la résistance autonome des exploités peut faire tomber les pires dictatures. Nous souhaitons que cette lutte pour la justice sociale et l’émancipation puisse se développer, que les travailleurs et la jeunesse tunisienne puisse développer leurs propres moyens de décision, malgré toutes les tentatives de récupération et de division politicienne ou religieuse qui risquent d’avoir lieu.

    Seule la résistance autonome des exploités, unis dans une perspective de lutte de classe pourra s’opposer victorieusement à la barbarie du système »

    Voilà ce qu’ont voulu exprimer les délégués au congrès national de la CNT-AIT le 15 janvier 2011

    Oui, les habitants de cette planète sont capables par eux-mêmes de gérer leur vie tout comme ils sont capable de gérer l’ensemble de la société. Des exemples historiques l’ont largement prouvé, dont celui de la révolution autogestionnaire et libertaire de l’Espagne en 1936 qui reste, de notre point de vue, l’exemple le plus accompli à ce jour. Nous espérons vivement que le processus qui a été enclenché ici, en Tunisie, s’étendra et dépassera toutes les réalisations du passé.

    Pour finir en quelques mots, je reprendrais ce que disait un militant anarchosyndicaliste du XIXème siècle, qui résume ce que nous pensons encore aujourd’hui : « Nous sommes des hommes sans dieu, sans maître et sans patrie, les ennemis irréconciliables de toutes les dictatures y compris la dictature du prolétariat » (Fernand Pelloutier, fondateur des bourses du travail.)

    #CNT-AIT